Guarda y custodia de un hijo mayor de edad drogadicto

La incapacitación judicial es la fórmula prevista en la legislación para velar por la persona y el patrimonio de las personas que carecen de capacidad de obrar, siendo necesario que una tercera persona -su representante (madre, padre, cónyuge, hijo…)– en su nombre, ejercite esos derechos, mediante la tutela, la curatela o el Defensor Judicial.

La drogodependencia no figura como causa directa de incapacitación, pero puede dar lugar a enfermedades o deficiencias físicas o psíquicas que determinen una incapacitación del drogodependiente si no puede gobernarse por sí mismo.

Deben cumplirse 2 requisitos:

-Que la enfermedad impida al sujeto autogobernarse y tomar decisiones por sí mismo, necesitando la ayuda de una persona que se ocupe de él y en ocasiones hasta un internamiento en un centro médico o terapéutico.

-Que sea una enfermedad grave y permanente: solo en el caso de que los daños sean tan graves que impidan a la persona gobernarse por sí misma serán causa de declaración de incapacitación.

Puede ocurrir que más adelante cambien las circunstancias, de forma que pueda instarse un nuevo procedimiento judicial para revisar la incapacitación, dejarla sin efecto o modificarla, incluso reintegrando totalmente su capacidad de obrar.

Nos ponemos a su disposición para ampliarle la información.

Un saludo